Aunque el internet a menudo parece magia, en realidad funciona gracias a racks, cables, luces parpadeantes y humanos dedicados que lo mantienen en línea a las 3 a.m.
En DreamHost, nuestro equipo de infraestructura no solo “mantiene las luces encendidas”, también mantiene seguros y escalables más de un millón de sitios web. Pero ¿cómo se pasa de servidores delgados como cajas de pizza e instalaciones por USB a racks de alta densidad llenos de máquinas virtuales?
Levantemos la tapa de la infraestructura —pasado, presente y futuro— y veamos qué es lo que realmente la hace funcionar (y hacia dónde se dirige, nos guste o no).
El presente: donde la creatividad humana y el hardware se cruzan
Los humanos detrás de las máquinas
La infraestructura en DreamHost es una danza compleja entre hardware, software y experiencia práctica. “Nosotros mantenemos el internet en funcionamiento”, dice Chris Lewis, gerente de operaciones del centro de datos. Ya sea por simulacros de incendio a medianoche o actualizaciones de firmware, el equipo permanece invisible hasta que se convierte en el más importante de la sala.
Luke Odom, director de operaciones de TI, aporta 15 años de experiencia. Chris, que trabajó anteriormente en Amazon y Yahoo, volvió atraído por el zumbido de los ventiladores y el aire filtrado. Juntos representan el equilibrio entre continuidad e innovación que impulsa DreamHost hoy.

El día a día: de simulacros de incendio a actualizaciones de firmware
El día comienza con Slack, tableros de control y escaneos de hardware. Las tareas van desde reconstrucciones de RAID hasta preparar racks para nuevos despliegues. Aunque las herramientas de automatización aumentan, el trabajo manual sigue siendo esencial.
“Hay cosas que simplemente no puedes hacer desde el sofá”, dice Chris. Tristemente para él, esto incluye cambiar discos duros fallidos o desenredar cables misteriosos.
La experiencia del centro de datos: sonidos, sentidos y estrategia
Los centros de datos de DreamHost son una sobrecarga sensorial. Los pasillos fríos soplan aire a 3 °C; los pasillos calientes pueden alcanzar los 49 °C. “No vives en el piso”, dice Chris. “Entras, haces lo que necesitas y sales.”
El zumbido de miles de ventiladores es constante, como estar dentro de un motor a reacción susurrante. Pero entre el ruido, hay belleza. Chris compara las luces parpadeantes del servidor con estrellas: cada una es una conexión. “Es alguien diciendo ‘quiero que veas esto’, y otro respondiendo ‘lo veo’.”
El pasado: cómo era antes la infraestructura
Menor densidad, mayor esfuerzo
A principios de los 2000, 15 servidores por rack atendían a 100 clientes cada uno. Hoy, un solo rack puede albergar 48 servidores, cada uno atendiendo a más de 2,500. Eso no es solo crecimiento, es transformación.

Generaciones de hardware
Los procesadores pasaron de tener dos CPUs con cuatro núcleos a una sola CPU con 128 hilos. Los discos de 80 GB giratorios fueron reemplazados por SSDs NVMe de 12 TB, todo en el mismo espacio físico.
Como tu teléfono: mismo tamaño, mucho más potente. DreamHost ahora puede hacer más trabajo y almacenar más información, mucho más rápido que antes.
Instalaciones manuales y esfuerzo físico
Luke recuerda la era del “stick install”: recorrer rack por rack con una memoria USB, repitiendo comandos memorizados. Ahora, con automatización OpenStack, cientos de servidores se despliegan en minutos.
¿Sabías que…? A principios de los 2000, algunas instalaciones tardaban tanto que los técnicos dejaban notas pegadas en la máquina: “Regresa en 2 horas — sigue reiniciando”.
No era elegante, pero funcionaba. Y preparó el camino para los sistemas en los que confiamos hoy.
El futuro: más inteligentes, más frescos y (quizás) bajo el agua
Más inteligentes, no solo más densos
Según Luke y Chris, el futuro de la infraestructura no solo consiste en apilar más alto, sino en ser más inteligentes.
“La próxima evolución no necesariamente es más densidad, sino densidad inteligente: mejor rendimiento por vatio, mejor programación de cargas de trabajo y adopción de enfriamiento líquido para manejar perfiles térmicos”, dice Luke.
Eso significa centrarse en la eficiencia de la infraestructura: manejar el calor, el consumo de energía y aprovechar mejor el hardware disponible.

Sostenibilidad mediante innovación
Con las crecientes necesidades energéticas, la sostenibilidad es clave. Chris destaca experimentos audaces, como el uso de IA por parte de Microsoft para reabrir la planta nuclear de Three Mile Island y alimentar sus centros de datos. “Incluso con tecnologías que asustan, como la nuclear, la necesidad de energía debería llevar a una tecnología más limpia y barata”, dice.
Luke agrega que el calor residual puede ser un recurso, no un problema: “Los centros de datos usan mucha energía y mucho de eso se convierte en calor. Muchas prácticas sostenibles buscan reutilizar ese calor.”
Contenedores: aún evolucionando, pero más inteligentes
La contenerización ha sido uno de los mayores cambios en infraestructura, y aún tiene mucho por dar. Para Chris y Luke, el futuro de los contenedores no está en reemplazarlos, sino en profundizar su utilidad.
“Queremos usar tanta capacidad de procesamiento como sea posible,” dice Chris. “La forma más fácil es hacer que más contenedores hagan más cosas.”
Con una plataforma estable, DreamHost está construyendo sobre ella: despliegues más inteligentes, mejor escalado y recuperación automatizada.
“Tenemos una excelente plataforma de contenedores y ahora podemos empezar a construir encima de eso”, añade Luke.
Automatización asistida por humanos
DreamHost ha adoptado la automatización donde aporta valor, especialmente en aprovisionamiento y configuración, pero muchas tareas aún requieren el toque humano, la creatividad y la resolución de problemas. “Vamos hacia el plug-and-play,” dice Lewis, “pero todavía se necesitan personas para mantenerlo.”
Infra Sueño: Chris sueña con un robot que gestione RMA y residuos electrónicos. Luke solo quiere uno que cablee correctamente. Aun así, alguien tendrá que arreglar el robot cuando falle.
Infraestructura, en cualquier lugar
Ya sea bajo el agua, en el espacio o en el extremo de la red, la infraestructura física se está expandiendo a lugares sorprendentes.
“Ya existen centros de datos submarinos. La Estación Espacial Internacional es infraestructura al 100%,” dice Chris.
Puede que DreamHost no esté construyendo cápsulas submarinas (todavía), pero el almacenamiento en el borde y la infraestructura distribuida ya están en marcha, y probablemente crecerán.
“Iremos donde nuestros clientes nos lleven,” dice Chris. “Si eso es la luna, allí llegaremos.”
¿Habilidades para el mañana… plomería, tal vez?
Con tecnologías como el enfriamiento líquido ganando terreno, los ingenieros de infraestructura necesitarán nuevas habilidades. “¿Qué habilidades podrían aprender que yo no aprendí? Plomería y dinámica de fluidos. Probablemente también cómo trapear,” bromea Chris.
La gestión térmica ahora es parte del trabajo. Diseñar sistemas que enfríen de forma eficiente y segura será crucial.

Un vistazo al 2040
Entonces, ¿cómo podría verse un centro de datos de DreamHost en el año 2040? Según Chris, podría incluir neurolinks y arañas robot controladas a distancia, pero de forma más realista, se trataría de un mundo con redundancia total y recuperación instantánea ante fallos.
“Casi todo nuestro equipo respaldará clústeres del tamaño de una sala, donde se puedan perder y reemplazar máquinas individuales sin interrumpir el servicio.”
Esto ya está comenzando a nivel de hiperescala, pero Luke prevé que esa tecnología llegará a más niveles. Pronto, incluso proveedores más pequeños podrán operar con configuraciones “auto-reparables” que antes solo estaban al alcance de gigantes como Google.
Lo que nunca debería cambiar
A pesar de toda esta evolución, hay algo que se mantiene: la infraestructura está impulsada por las personas. “La infraestructura no se trata de las máquinas. Se trata del equipo y de la gente,” enfatiza Luke.
“Cualquiera que agarre un balde cuando empieza el incendio es un amigo,” añade Chris.
Las tecnologías cambiarán. La misión crecerá. Pero la camaradería, la curiosidad y las alertas de las 3 a.m.? Esa es la esencia de la infraestructura de DreamHost. Está construida para durar, incluso si llegan los robots.
Próximamente: En la última parte de esta serie, nos vamos tras bambalinas con historias desde las trincheras: arreglos de madrugada, victorias anónimas y los humanos que mantienen los servidores en funcionamiento.